Impasible a la crisis económica y financiera que ha afectado de lleno a muchos sectores industriales y empresariales, el mercado de la telefonía móvil ha experimentado un crecimiento espectacular en el último quinquenio, impulsado por un alud de novedades tecnológicas y la incorporación de miles de millones de nuevos usuarios procedentes de los países en vías de desarrollo.
Pero este incremento desaforado en las ventas podría tener los días contados. Es la conclusión que se extrae del último informe que ha presentado IDC, en el que se recoge que durante los próximos 4 años la venta de smartphones moderará su expansión y crecerá a un por otra parte excelente promedio del 8,5%.
De acuerdo a los datos que ha recopilado esta empresa, el único sistema operativo que incrementará su cuota de mercado durante este periodo será Windows Phone, que pasará del 3,9% que tiene actualmente a un 7,0% en el 2018.
Este aumento se producirá a expensas del resto de plataformas, comenzando por Android, que verá languidecer, siquiera tenuamente, su dominio y pasará del 78,9% que tiene ahora hasta el 76,0% de aquí a 4 años. Menos significativa será la caída de iOS, que bajará ligeramente desde el 14,9% del 2014 hasta el 14,4% en el 2018.
Mientras tanto, IDC cree que BlackBerry continuará con la espiral descendente que está llevando a esta empresa que hace 5 años dominaba el panorama de la telefonía móvil junto con Nokia hasta los infiernos y verá disminuir, aún más si cabe, su cuota de mercado. Concretamente, pasará del 1% que ostenta en la actualidad hasta un irrisorio 0,3%.
Si se cumplen los pronósticos de IDC, en el 2018 nos encontraremos con un panorama muy similar al que vemos hoy en día. Android seguirá dominando a placer las ventas de la telefonía móvil, seguido a mucha distancia de iOS y Windows Phone, que verá reforzada su posición en el sector. BlackBerry, en cambio, prácticamente desaparecerá.