Rob Weber, un piloto con 11 de años de experiencia, estaba realizando un tranquilo vuelo sobre el Condado de Lee, en el estado de Florida, cuando de manera inesperada un pájaro se ha estrellado a toda velocidad contra la cúpula de su avioneta y la ha hecho saltar por los aires.
Tras reponerse del susto, y con la cabina cubierta de trozos del cristal desprendido así como de restos del infortunado animal, ha tomado los mandos del aeroplano, ha emitido una señal de emergencia y se ha dirigido al aeropuerto Page Field, el más cercano al lugar del incidente.
Por fortuna, y a pesar de tener un corte en su frente producto del golpe contra el pájaro, ha tenido la pericia de hacer aterrizar el aparato y ha podido contar sano y salvo lo acontecido. El suceso ha quedado grabado en vídeo gracias a la cámara que circunstancialmente estaba utilizando ese día para dejar constancia de un vuelo que presumía iba a ser rutinario.