Si la resistencia física de los personajes que aparecen en los videojuegos de lucha, FPS, RPG, plataformas, acción o aventuras fuese más realista y dejasen de tener la capacidad de encajar como si nada disparos, golpes y caídas varias, nos encontraríamos con situaciones como ésta:
Bien pensado, ya está bien que las cosas sigan como están. Las partidas se acabarían en un santiamén