En el 2009 Bandai encargó la construcción de un gigantesco Gundam de 18 metros de altura para conmemorar el 30º aniversario de las series de animación sobre estos robots gigantescos que se produjeron en Japón a finales de los años ’70 y que tanto éxito tuvieron.
Tras ser exhibido en diversas ciudades del país asiático, la colosal figura ha sido instalada finalmente a la entrada de un centro comercial de Tokio, donde saluda desde las alturas a los clientes que se aproximan a sus puertas.
Uno de esos visitantes fue Guillermo del Toro, que hace unos meses visitó la capital japonesa para promocionar el inminente estreno de su último película, Pacific Rim, que precisamente tiene como protagonistas a unos autómatas de proporciones ciclópeas llamados jaegers que la humanidad crea en el futuro para combatir a los gigantescos monstruos kaijus que van apareciendo de un portal interdimensional en el fondo del Océano Pacífico.
Pues bien, esta fue la reacción que el director de cine mexicano tuvo cuando contempló por vez primera el Gundam de tamaño «real» que hay en Tokio. Sobran las palabras