Investigadores del Museo Field de Historia Natural de Chicago, el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y la Universidad Estatal de Carolina del Norte han descubierto una nueva especie de dinosaurio carnívoro gigante que prosperó hace aproximadamente 100 millones de años en lo que hoy en día es el Estado de Utah.
Los primeros restos fósiles del Siats meekerorum, que es como ha sido bautizado este predador, fueron hallados durante una expedición a la formación rocosa Cedar de Utah que condujo la paleontóloga Lindsay Zanno en el 2008. Las excavaciones continuaron durante los dos siguientes veranos y no ha sido hasta ahora que, una vez limpiados, catalogados y estudiados en profundiad todos los huesos encontrados, se ha hecho público el descubrimiento en la revista Nature Communications.
El Siats meekerorum podía llegar a medir hasta 10 metros de longitud y pesar más de 4 toneladas. Unas dimensiones colosales que les permitían ocupar el eslabón más alto de la cadena trófica en los ecosistemas en los que proliferaban.
De hecho, dientes de Tyrannosaurus localizados en la misma zona sugieren que estos últimos eran por aquel entonces más mucho más pequeños que los ejemplares adultos de esta nueva especie. Tanto es así que Peter Makovicky, uno de los coautores del estudio, sostiene que la enorme diferencia de tamaño indica que los Tyrannosaurus de aquella época formaban parte del menú de los Siats meekerorum y que sólo evolucionaron hasta convertirse en los depredadores míticos que hoy todos conocemos por películas como Jurassic Park una vez los Siats se extinguieron.
Sus descubridores consideran que, de los dinosaurios carnívoros que han habitado en Norteamérica, sólo el Acrocanthosaurus y el posterior en el tiempo Tyrannosaurus rex lo superaron en tamaño. Pero a pesar de sus generosas proporciones e inquietante aspecto, el Siats meekerorum no es un familiar cercano de los T-Rex, sino del suborden de los terópodos, cuyo miembro más conocido es el Giganotosaurus.