Si estás enganchado a la serie Juego de Tronos y/o has leído cualesquiera de los 5 libros de la saga Canción de Hielo y Fuego en que está basada estarás más que acostumbrado a encontrarte con que muchos de sus personajes principales van muriendo, uno tras otro, conforme avanza la trama.
A diferencia de lo que suele ser práctica habitual en la mayoría de novelas de este tipo, George R. R. Martin no se anda con rodeos a la hora de acabar con la vida de algunos de los protagonistas de sus relatos, sean quienes sean y pertenezcan a las familias que pertenezcan.
La sensación generalizada que se tiene al seguir las aventuras y desventuras de los Stark, Lannister, Baratheon, Greyjoy o Targaryen es que la espada de Damocles pende de un hilo sobre sus cabezas en todo momento. Eso por no referirnos al aciago futuro que suelen tener los personajes menos importantes…
Pero, ¿hasta qué punto las muertes son el pan nuestro de cada día en Canción de Hielo y Fuego? ¿Realmente muere tanta gente como parece? Bueno, pues la fotografía que encabeza este artículo así lo indica. En la misma están señaladas con marcadores las páginas en las que alguien pasa a mejor vida, y como puedes ver hay un montón