Microsoft ha recompensado con 100.000 dólares a un investigador especializado en seguridad informática llamado James Forshaw que ha descubierto un método para superar los cortafuegos establecidos por la compañía estadounidense en Windows 8.1 y hacer vulnerable el sistema operativo a ataques externos.
Este premio forma parte del programa de incentivos económicos que Microsoft viene ofreciendo desde el pasado mes de junio a los desarrolladores de todo el mundo para que les informen de las nuevas técnicas para explotar el código de Windows 8 que vayan descubriendo.
Hasta la fecha la compañía de Redmond ha pagado 128.000 dólares a 6 programadores. Curiosamente, el primero en beneficiarse de esta política de pagos fue un ingeniero de Google llamado Ivan Fratric que encontró un bug en Internet Explorer 11 por el que cobró 11.000 dólares.
Claro que a quien mejor le está yendo es a Forshaw, que con éste ya suma 2 premios (el otro fue por una vulnerabilidad también en Internet Explorer 11) que en total le han reportado la nada despreciable cifra de 109.400 dólares. Quién los pillara