Una vez los smartphones y tablets han alcanzado unas cifras de ventas extraordinarias y se han asentado como dispositivos de uso cotidiano para millones de personas de todo el mundo, las grandes multinacionales del sector de las nuevas tecnologías están virando su punto de mira hacia un nuevo tipo de gadget con el que esperan repetir éxito: el smartwatch o reloj inteligente.
Apple, Samsung, Google o Sony son sólo algunas de las compañías que desde hace tiempo se viene rumoreando que están desarrollando un dispositivo que ejerza las funciones de un reloj tradicional pero que al mismo tiempo pueda ofrecer algunas de las funcionalidades propias de los teléfonos inteligentes.
Una de las empresas que parece contar con un prototipo más avanzado es Microsoft, hasta el punto de que ha encargado a fabricantes asiáticos que le suministren pantallas de 1,5 pulgadas con el objeto de testear el comportamiento y rendimiento del diseño que tiene entre manos.
El smartwatch en el que está trabajando la firma de Redmond cuenta con una caja realizada en oxinitruro de aluminio, un material casi transparente compuesto de aluminio, oxígeno y nitrógeno que presenta la ventaja adicional de ser 3 veces más duro que el vidrio. Asimismo, dispone de correas intercambiables en colores azul, rojo, amarillo, blanco, negro y gris.
El sistema operativo que hace funcionar el conjunto es una versión modificada de Windows 8 y, en su actual estado de desarrollo, el dispositivo dispone de una capacidad de almacenamiento de 6 GB y de soporte para conexiones de alta velocidad 4G.
Fuentes internas consultadas por la publicación Among Tech estiman que Microsoft podría tener lista una versión comercial de su smartwatch para finales del año que viene. De ser así, es muy posible que su lanzamiento coincida con el del iWatch de Apple, para cuyo desarrollo la compañía de la manzana está contratando a decenas de ingenieros, en lo que supone una prueba clara de la importancia que le concede a este producto.