Windows Store, la plataforma de distribución digital de software para Windows 8 y Windows RT, ha superado la barrera de las 100.000 aplicaciones disponibles hace unas horas. Una marca redonda que se ha alcanzado en un tiempo récord, pues apenas han transcurrido 7 meses desde que se pusieron a la venta ambos sistemas operativos.
Los escenarios no son exactamente los mismos, pero es interesante señalar que la Windows Phone Store necesitó de 18 meses para lograr ese registro, la App Store de 14 para tener un catálogo de 100.000 aplicaciones creadas específicamente para el iPad y la Google Play Store de 19 meses.
Muestra de la buena trayectoria que está siguiendo la tienda de Microsoft es que Facebook, Foursquare y Flipboard, que inicialmente se habían mostrado reacias a invertir en Windows 8, han confirmado que están ultimando los detalles de sus respectivas aplicaciones oficiales para esta plataforma.
Es innegable que la Windows Store está experimentando un crecimiento continuado, pero no lo es menos que el catálogo de apps sigue siendo muy inferior al de iOS o Android y que pesos pesados como YouTube o Instagram no cuentan todavía con presencia oficial ni parece que la vayan a tener a corto plazo.
La segunda mitad del año se atisba como fundamental para el futuro de Windows 8. Y es que a diferencia de lo que sucede en el sector de los smartphones, donde iOS y Android dominan a placer y disponen de una cuota de mercado próxima al 80%, en el de los tablets la batalla se presenta mucho más incierta.
Google está teniendo serias dificultades para conseguir el beneplácito de los consumidores, lo que unido al amplio apoyo que Microsoft ha venido sumando entre los fabricantes de ultrabooks y tablets, con decenas de modelos ya a la venta y muchos más a punto de ser lanzados, le abre la puerta para convertirse en un actor de peso a medio plazo.
Pero para ello necesita que las ventas de los dispositivos impulsados por Windows 8.1 experimenten un crecimiento notable durante la segunda mitad de año en relación a las que han tenido hasta ahora. De la aceptación que tengan dependerá en buena medida que en el futuro los desarrolladores destinen tiempo y recursos a implementar aplicaciones nativas para este sistema operativo al mismo tiempo que para iOS y Android.