El iPhone ha perdido terreno en Europa de manera significativa durante el primer tramo del año. Los grandes beneficiados han sido los smartphones equipados con Android, que al igual que sucede en prácticamente el resto del mundo, han ganado adeptos a gran velocidad hasta el punto de convertir al sistema operativo de Google en el gran dominador del segmento de los terminales móviles.
Si prestamos atención a los números, comprobamos cómo hace un año por estas fechas Apple disponía del 25% del mercado en el Viejo Continente tras distribuir 7 millones de iPhones; 12 meses más tarde, se estima que sus ventas han bajado hasta los 6,2 millones y su cuota lo ha hecho hasta el 20%.
Samsung ha seguido el camino opuesto y en el último ejercicio ha pasado de vender 10,9 millones de smartphones hasta los 14,3 millones actuales. Un incremento que se ha visto reflejado en su cuota de mercado, que ha subido desde el 39% del 2012 hasta el 45% actual.
La tercera posición es para Sony, con 3,2 millones de teléfonos inteligentes y un 10% del pastel, seguida de LG con 2,4 millones y un 8%, y Nokia, que a pesar de su reestructuración sigue de capa caída y en la actualidad apenas si representa el 5% del mercado europeo de los smartphones.