A la chita callando, sin invertir un céntimo en publicidad y confiando en que las ventajas de sus sistema de mensajería multiplataforma serían suficiente para convencer a millones de usuarios de smartphones del mundo, WhatsApp ha ido creciendo de manera progresiva durante los últimos 4 años hasta convertirse en una de las aplicaciones más conocidas de la telefonía móvil.
Curiosamente, y a pesar de su fama, hasta hace unas horas seguía siendo un secreto el número de personas que utilizan los servicios de este programa que cuenta con versiones para Android, BlackBerry, iOS, Symbian y Windows Phone. Un misterio que ha sido finalmente desvelado después de que la compañía haya confesado al Wall Street Journal que en la actualidad WhatsApp es usado mensualmente por más de 250 millones de usuarios.
Un número que impresiona por sí mismo pero que resulta incluso más impactante cuando se lo compara con las cifras que manejan otras aplicaciones de sobras conocidas. Sin ir más lejos, los últimos datos que se conocen de Twitter son que dispone de unos 200 millones de usuarios activos.
Otro ejemplo: en octubre del año pasado Microsoft anunció que Skype contaba con 280 millones de usuarios, una cantidad que a buen seguro habrá aumentado en los meses que han transcurrido desde entonces pero que da idea igualmente del tamaño e influencia que ha alcanzado WhatsApp.
Sea como fuere, a quienes más preocupa el crecimiento imparable de esta aplicación no es a Twitter o a Skype, sino a las grandes operadoras de telefonía móvil, que están viendo cómo los ingresos que recaudan de los SMS se hunden rápidamente a medida que un porcentaje mayor de sus clientes descubre que pueden comunicarse con sus familiares y amigos de manera gratuita -o casi- gracias a herramientas como WhatsApp o Line.