El Volcán Pavlof, un estratovolcán situado en la Península de Alaska, entró en erupción esta pasada semana liberando ríos de lava y formando nubes de polvo y ceniza de 6 kilómetros de altura que la acción del viento ha extendido a zonas situadas a más de 100 kilómetros de distancia.
Un fenómeno éste que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional han podido observar desde su privilegiada morada a 350 kilómetros de altitud, tal y como atestiguan estas espectaculares fotografías que ha distribuido la NASA.