En una realidad paralela, la ciudad de San Francisco ha sido tomada por las tropas del Imperio Galáctico, las calles son patrulladas de manera constante por destacamentos de soldados imperiales, en la costa hay unidades de vigilancia AT-AT listas para abrir fuego ante cualquier amenaza de peligro y, por si eso fuera poco, cada vez que los ciudadanos levantan la mirada hacia el cielo descubren la imponente figura de la Estrella de la Muerte.
Así transcurre el día a día de los habitantes de esta urbe estadounidense cuando de repente el crucero de batalla USS Enterprise de Star Trek hace acto de aparición de manera sorpresiva y pone en alerta máxima a las malvadas fuerzas invasoras, que reaccionan de manera hostil a su presencia