Las hormigas viven en sociedades organizadas en las que existe una marcada división de las labores que realizan sus miembros, pero se sabe poco acerca de cómo estos pequeños insectos consiguen mantener estas sólidas estructuras en perfecto estado de funcionamiento en el interior de colonias conformadas por un número muy elevado de individuos.
Un equipo de científicos suizos ha arrojado ahora un poco más de luz sobre esta cuestión tras colocar cientos de minúsculos códigos de barras en las hormigas de 6 colonias diferentes y estudiar sus pasos durante un periodo de 41 días. El uso de esta tecnología les ha permitido monitorizar durante el referido periodo la ubicación y orientación de cada hormiga dos veces por segundo y registrar hasta 9 millones de interacciones.
Con esa abrumadora cantidad de información han elaborado un estudio que ha publicado la revista Science en el que se pone de manifiesto que las hormigas obreras se dividen en 3 grupos con funciones claramente diferenciadas. Así, unas se ocupan de alimentar a las larvas, otras de recolectar comida y el resto mantienen la cavidad limpia.
A tenor de los datos que han recopilado, la edad de cada uno de sus miembros juega un papel determinante en la labor que llevan a cabo. En general, los más jóvenes se encargan de cuidar de las nuevas generaciones mientras que conforme van creciendo se produce una transición y pasan primero a limpiar el hormiguero y más adelante a conseguir alimento.
De sobras es conocido que unos y otros se comunican entre sí mediante la secreción de feromonas en el suelo que utilizan para marcar el camino hacia la fuente de comida o para alertar a la colonia de la presencia de enemigos, pero ahora este estudio ha permitido cuantificar el tiempo que transcurre entre que una hormiga transmite una noticia por primera vez hasta que la práctica totalidad de la comunidad recibe la información.
Según los investigadores suizos, en un hormiguero compuesto por 150 individuos, se precisa de aproximadamente una hora para que se complete el ciclo. Si estás interesado en profundizar más en las conclusiones que propone este estudio, puedes acceder al mismo a través de este enlace de la revista Science.