Darle un segundo uso a un viejo mando de Super Nintendo dañado y repleto de golpes y rayaduras no parece una misión sencilla a priori, pero este manitas lo ha conseguido desmontándolo, separando los extremos en los que van incrustados el D-pad y los botones del cuerpo del controlador, y a continuación utilizando estos elementos como añadidos decorativos en unos auriculares. El proceso que ha seguido hasta lograr su propósito se puede ver de manera resumida en el siguiente vídeo: