Malas noticias para los fabricantes de aparatos de TV. Durante el último año las ventas mundiales de televisores LCD bajaron respecto a las que se obtuvieron en el ejercicio anterior. El dato es especialmente relevante ya que es la primera vez que sucede.
Concretamente, en el 2012 se distribuyeron 203 millones de receptores equipados con esta tecnología, lo que supone un descenso del 1% en relación con el 2011. La situación es especialmente preocupante en los mercados desarrollados, donde la demanda se hundió un alarmante 18% debido a la crisis económica que con tanta crudeza se está dejando notar en países como España, Grecia o Portugal. Ni siquiera una bajada media de los precios del 2% pudo frenar la sangría.
Pero si las ventas de LCD han sido malas, las de televisores de plasma no cabe calificarlas sino de desastrosas. En el transcurso del último año se desplomaron un 23% respecto a las del 2011, prueba inequívoca de que los consumidores han girado la cara a estas pantallas a pesar de la gran calidad de imagen que ofrecen.
Si sumamos las ventas de aparatos LCD y plasma, comprobamos cómo los fabricantes despacharon en el 2012 un total de 233 millones de televisores a nivel global, lo que supone un bajón del 6% en relación a los 249 millones que se comercializaron en el ejercicio anterior.
Conviene señalar, eso sí, que la situación económica internacional no ha afectado a todas las marcas por igual. La que mejor ha capeado el temporal ha sido Samsung, que ha visto incrementada su cuota de mercado desde el 24,8% del 2011 hasta el 27,7% actual. Tampoco le han ido mal las cosas a LG, que ha pasado del 13,8% al 15%.
Quienes en cambio se han llevado la peor parte han sido los fabricantes japoneses: Sony se ha estrellado y ha bajado del 11,2% que tenía en el 2011 hasta el 7,8%, Panasonic ha pasado del 7,8% al 6% y Sharp, que pasa por una situación financiera francamente delicada, ha descendido desde el 6,6% al 5,4%.
A la vista de estos datos, el panorama no se presenta halagüeño en el sector. El único rayo de esperanza que se atisba en el horizonte es el de los televisores Ultra HD, de los que en el 2012 apenas si se vendieron 63.000 unidades pero que se estima que en este 2013, a pesar de sus elevadísimos precios y de la carencia de contenidos adaptados a sus características, se distribuirán aproximadamente 2,6 millones de aparatos.