Google ha anunciado de manera inesperada que el próximo 1 de julio va a cerrar Google Reader, el lector online de feeds RSS más completo y utilizado del mundo. Aunque el servicio no había recibido ninguna actualización significativa en su interfaz desde octubre del 2011, cuando se sustituyeron los botones sociales que había hasta ese momento por el +1 de Google+, la noticia ha caído como un jarro de agua fría para los millones de fieles seguidores que lo utilizan -utilizamos- a diario.
Además de Google Reader, la empresa californiana ha confirmado que la semana entrante va a dejar de ofrecer soporte a la app de Google Voice para BlackBerry, va a poner punto y final a Google Cloud Connect y no va a a volver a actualizar la versión para Windows y Mac OS X del programa de edición fotográfica Snapseed.
Aunque el número de servicios, plugins y apps que se van a discontinuar es significativo, no cabe duda que la gran sorpresa es la clausura de Google Reader. La única explicación que ha dado el gigante de Mountain View para justificar su desaparición ha sido que su uso ha descendido de un tiempo a esta parte, aunque no ha ofrecido datos concretos al respecto.
Desde el gigante de las búsquedas se apunta que el objetivo de esta y otras cribas que se han producido en los últimos meses y que han significado el cierre de un número considerable de productos, es el de centrarse exclusivamente en el desarrollo de los servicios con mayor potencial para poder ofrecer a los consumidores la mejor experiencia de uso posible.
Una declaración de intenciones que no deja de tener su lógica pero que, y aquí hablo desde un punto de vista puramente personal, no justifica la clausura de un lector de feeds como Google Reader que tiene asociados unos costes de mantenimiento que rozan lo insignificante para una empresa de este tamaño y que a cambio ofrece un servicio de un enorme valor a muchísimos internautas.