El vídeo pone los pelos de punta. Además da pie a una serie de cuestiones de difícil respuesta. ¿Qué hacían por ejemplo esas dos personas en medio de una pista de aterrizaje con actitud despreocupada? Y el piloto, ¿en qué demonios estaba pensando cuando decidió realizar una pasada a tal velocidad a poco más de un metro del suelo? ¿Fue un acto casual o por algún extraño motivo que escapa a nuestro conocimiento los unos y los otros pretendían grabar un vídeo que quedara para la posteridad y casi pierden la vida en el intento? Sea como fuere, lo cierto es que, si se pausa la imagen justo cuando la avioneta llega a la altura de la cámara, se ve cómo hay un momento en el que el ala izquierda se encuentra a menos de medio metro del suelo: