Samsung ha anunciado, a través de una de sus cuentas de Flickr, que la familia de smartphones Galaxy S ha alcanzado unas ventas conjuntas de 100 millones de unidades. Una marca ciertamente reseñable a la que ha llegado tan sólo 2 años y 7 meses después de que en junio del 2010 lanzara al mercado el Galaxy S original, un terminal que presentaba unas características técnicas muy destacadas para la época tales como un SoC Samsung Exynos 3 de 1 GHz, una GPU PowerVR SGX 540 de 200 MHz, 512 MB de RAM, una pantalla de 4 pulgadas y una cámara de 5 megapíxeles.
De este modelo se vendieron 10 millones de unidades, una cifra que fue superada ampliamente por el Galaxy S II. De hecho, menos de 12 meses después de comercializarse en mayo del 2011 sobrepasó los 20 millones, un resultado que en los últimos tiempos sólo han conseguido batir las distintas generaciones del iPhone.
Dado el éxito de sus predecesores, todas las miradas apuntaron el año pasado hacia el Samsung Galaxy S III, que fiel a su cita anual con los consumidores de medio mundo, inició su distribución el 29 de mayo del 2012. A pesar de su controvertido diseño y de algunas críticas recibidas en los primeros análisis que se publicaron, su devenir en el mercado ha rebasado las expectativas, hasta el punto de que en noviembre alcanzó unas ventas acumuladas de 30 millones de unidades.
Pero desde entonces hasta ahora, esos números han seguido creciendo y Samsung ha confirmado que ya son más de 40 millones los Galaxy S III vendidos, a razón de 190.000 al día. A tenor de estos datos no resulta descabellado plantearse la posibilidad de que el próximo Galaxy S IV supere en popularidad al mismísimo iPhone 5. Si el S III lo consiguió, siquiera durante unos meses, con el iPhone 4S, ¿por qué no puede lograrlo también el futuro estandarte de Samsung? El tiempo, como siempre, dictará sentencia.