Apple ha facilitado hoy a la U.S. Securities and Exchange Commission, la agencia federal estadounidense que regula los mercados financieros de la nación, el informe que presentará el 27 de febrero del 2013 a sus accionistas en una reunión que tendrá lugar en sus cuarteles generales de Cupertino.
En el mismo se recogen, entre otros muchos datos de interés, las retribuciones que ha percibido la cúpula directiva de la compañía durante el 2012. Destaca sobremanera comprobar cómo Tim Cook, el CEO de Apple, ha ganado «sólo» 4.174.992 dólares, una cantidad astronómica para el común de los mortales pero modesta si se la compara con la que se embolsan los máximos directores ejecutivos de otras grandes firmas estadounidenses.
De esos poco más de 4 millones de dólares, 1.357.718 dólares han sido en concepto de salario base y los otros 2.800.000 dólares como parte de un plan de incentivos. En contraste, los vicepresidentes de la empresa de la manzana Robert Mansfield, Bruce Sewell, Jeffrey Williams y Peter Oppenheimer han obtenido unas compensaciones significativamente más abultadas de 85.540.637, 68.989.812, 68.691.612 y 68.591.532 dólares respectivamente.
Puede que a estas alturas te estés preguntando por qué hay una diferencia tan ostensible en las remuneraciones. ¿Acaso en Apple cobran más los vicepresidentes que el CEO? Pues no. Ni por asomo. Lo que sucede es que el año pasado, cuando Tim Cook sustituyó a Steve Jobs, el consejo de administración de la compañía le obsequió con 1.000.000 de acciones restringidas valoradas en la increíble cifra de 376 millones de dólares. Los derechos sobre el 50% de las mismas los podrá ejercer el 24 de agosto del 2016, mientras que sobre el otro 50% deberá esperar hasta el 24 de agosto del 2021.
Dada la tremenda gratificación que obtuvo en el 2011, el consejo de administración no le ha otorgado un nuevo bonus este año como sí ha hecho con sus vicepresidentes, que en los últimos 12 meses han recibido compensaciones que superan en todos los casos los 66 millones de dólares. Sea como fuere, informes como el que hoy ha presentado Apple sirven para que veamos los astronómicos salarios que los máximos responsables ejecutivos de este tipo de compañías ganan año tras año.