Aunque esta fotografía lleva muchos años circulando por Internet, no puedo evitar esbozar una media sonrisa cada vez que la veo. Fue tomada durante una pausa en el rodaje de Star Wars y capta el momento en el que Kenny Baker, el actor de sólo 1,12 metros de estatura que ha dado vida a R2-D2 en las seis películas de la saga galáctica, aprovecha un breve descanso para reponer fuerzas.
Y qué decir de esta otra fotografía. Fue realizada durante los ensayos previos al rodaje de una de las escenas más míticas de la historia del cine: aquella en la que Darth Vader confiesa a Luke Skywalker que él es su padre