El 5 de agosto de 1962 Nelson Mandela fue arrestado por el regimen segregacionista sudafricano y, tras el Proceso de Rivonia, se le condenó a cadena perpetua. Tras pasar 27 años encarcelado y convertirse en un símbolo universal en favor de la paz y de la lucha contra el apartheid, la comunidad internacional consiguió su puesta en libertad el 11 de febrero de 1990.
Para rendir homenaje a su figura y contribuir a que las generaciones futuras no olviden el tiempo que estuvo en prisión, el artista sudafricano Marco Cianfanelli ha diseñado este monumento que ha sido convenientemente erigido en Howick, un municipio sito en la provincia de KwaZulu-Natal en el que el activista en favor de los derechos humanos fue capturado medio siglo atrás.
La obra está compuesta por 50 columnas de acero, una por cada año que pasó privado de libertad, de entre 6,5 y 9 metros de altura. El conjunto reposa sobre una base de cemento y pretende representar a ojos de quienes lo contemplan las casi 3 décadas que Mandela pasó entre rejas. Un bonito homenaje ahora que se cumplen 50 años de una detención por parte del Partido Nacional de Sudáfrica.