Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas es, sin lugar a dudas, una de las novelas infantiles más populares del último siglo. Publicada en 1865 por Charles Lutwidge Dodgson bajo el seudónimo de Lewis Carroll, ha sido traducida a 97 idiomas y en los casi 150 años que han transcurrido desde que fuera impresa por primera vez siempre ha habido versiones a la venta.
El mundo mágico habitado por personajes inolvidables como la Reina de Corazones, el Sombrerero o el Gato de Cheshire en el que se desarrolla la historia ha sido llevado al cine, los videojuegos y al teatro. Su trama ha servido de inspiración para series de dibujos animados, canciones, videoclips de artistas como Bob Dylan, los Beatles, Gwen Stefani o Aerosmith, animes, exposiciones que recorren museos e incluso para ilustraciones realizadas por pintores universales como Salvador Dalí.
Pero, ¿de dónde obtuvo la inspiración para crear esta obra? ¿La figura de Alicia está basada en una niña de carne y hueso o es puramente inventada? La respuesta a estas preguntas tiene nombre y apellido: Alice Liddell, una niña a la que el escritor británico conoció en 1855 cuando tenía sólo 3 años.
En un primer momento Dogson trabó amistad con Harry y Lorina, los hermanos mayores de la pequeña, a quienes llevó a diversas excursiones en barca y meriendas por los parques cercanos a Óxford, pero una vez Harry comenzó a ir al colegio, Alice y su hermana pequeña Edith se unieron a los paseos.
Las salidas se convirtieron en habituales durante los siguientes años, y poco a poco Carroll se aficionó a inventarse cuentos de temática fantástica para entretener a las niñas. En una ocasión, durante un viaje en bote por el río Támesis, les explicó las aventuras de una jovencita que se adentraba en la madriguera de un conejo.
A Alice le encantó la historia, de manera que le pidió que se la escribiera. Carroll se prestó a ello y, tras dos años trabajando en la misma, añadiendo personajes, situaciones surrealistas y realizando dibujos con los que ilustrar el manuscrito, se lo regaló a la niña en las navidades de 1864.
Un año y medio antes, en junio de 1863, las excursiones que tanto le agradaban habían llegado a su fin debido a que su relación con la familia Liddell terminó bruscamente por motivos que nunca se llegaron a conocer con exactitud. Durante mucho tiempo hubo quien sostuvo que la madre de Alice desaprobaba que su hija pasara tantas horas con un hombre que superaba la treintena de años e incluso se insinuó que Carroll podía sentirse atraído sexualmente por la pequeña hasta el punto de haber pedido su mano.
Nada de eso se ha llegado a confirmar jamás y, de hecho, en 1996 se halló una nota supuesta escrita por la sobrina del escritor en la que se sugería que la ruptura se pudo producir debido a que los padres de Alice sospechaban que la utilizaba para acercarse a la institutriz que la cuidaba y a Lorina, su hermana mayor. Sea como fuere, ninguno de estos rumores ha sido corroborado de manera definitiva.