Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional Argonne, el primer centro de investigación en ciencia e ingeniería de los Estados Unidos, ha descubierto un método que hace uso de la levitación acústica para mejorar el proceso de desarrollo de nuevos fármacos que se espera que sean más efectivos y que produzcan menos efectos secundarios.
La levitación acústica es un fenómeno físico que permite mantener suspendido en el aire a pequeños objetos al incidir sobre estos unas ondas acústicas. En la institución norteamericana están haciendo uso del mismo para simular condiciones de microgravedad que les permiten trabajar de manera novedosa con pequeñas gotas de soluciones con medicamentos.
Su intención es producir fármacos en los que, a nivel molecular, las partículas carezcan de una estructura ordenada, de formas y caras bien definidas: es decir, pretenden que sean sólidos amorfos. El motivo reside en que cuando los medicamentos se encuentran en este tipo de estado solido de la materia son más solubles y tienen una mayor biodisponibilidad. Esto es, llegan más rápido a los tejidos en los que deben actuar y resultan más efectivos.
Yash Vaishnav, directivo del Departamento de Propiedad Intelectual y Comercialización del Laboratorio Nacional Argonne, ha explicado que la mayor parte de las medicinas que hay disponibles en el mercado se encuentran en estado cristalino, lo que implica que no son absorvidos completamente por el organismo y, en consecuencia, su eficiencia es limitada.
Pero obtener fórmulas en estado sólido amorfo no es una tarea sencilla. Y ahí es donde entra la levitación acústica, dado que permite evaporar las soluciones sin que sea necesario que estén en contacto con superficie alguna, lo que podría provocar que al solidificarse adoptasen una forma cristalina.
Para llevar a cabo sus pruebas, los investigadores están haciendo uso de un levitador desarrollado por la NASA que genera ondas de sonido a una frecuencia de 22 KHz, apenas audibles por el ser humano. Cuando los pequeños altavoces de la parte superior e inferior de este dispositivo se encuentran perfectamente alineados crean sendas ondas que interfieren perfectamente la una con la otra y dan lugar a ondas estacionarias. En las mismas hay ciertos nodos que permanecen inmóviles. Y es precisamente en esos puntos donde objetos muy ligeros pueden flotar en el aire.
Ello implica que con esta técnica no se pueden conseguir grandes dosis de medicamentos, por lo que los científicos del Laboratorio Nacional Argonne la están utilizando como una herramienta para entender bajo qué condiciones se pueden crear las mejores preparaciones amorfas, unos datos que en un futuro podrían ser de gran utilidad para producir a mayor escala fármacos más eficientes.