Estamos tan acostumbrados a leer que las ballenas azules llegan a medir 30 metros de longitud, los rorcuales comunes hasta 27 metros o las ballenas francas 18 metros que, en ocasiones, puede que no seamos verdaderamente conscientes de las proporciones tan gigantescas que alcanzan estos animales. Esta fotografía en la que uno de estos cetáceos nada plácidamente a escasos metros de un kitesurfista viene como anillo al dedo para que, ahora sí, nos hagamos una idea visual del colosal tamaño de estos gigantes de los mares.