Hoy se estrena en los cines de medio mundo The Dark Knight Rises (titulada El Caballero Oscuro: La leyenda renace en España y Batman: El Caballero de la Noche Asciende en Hispanoamérica), la esperadísima tercera y última entrega de la trilogía que ha dirigido Christopher Nolan sobre el superhéroe de DC Comics.
El éxito de taquilla y la indudable calidad de las dos primeras películas de la saga ha propiciado que en los últimos meses Internet se haya convertido en un hervidero en el que los análisis y conjeturas varias acerca de la trama se han sucedido sin solución de continuidad y los tráilers promocionales y fotografías del rodaje que ha distribuido la productora han alcanzado audiencias millonarias.
No es de extrañar pues que de un tiempo a esta parte se hayan realizado estudios realmente curiosos sobre la figura del superhéroe enmascarado, como el que publicaron hace un par de semanas unos estudiantes del Departamento de Física de la Universidad de Leicester centrado en la forma en la que Batman planea. Un análisis que, por cierto, concluyó que si alguien intentara imitar el vuelo de este personaje en la vida real se acabaría estrellando contra el suelo.
Bueno, pues si ese escrito ya resulta ciertamente friki, el que he encontrado hace un rato no se queda corto. Y es que un seguidor de la trilogía de Christopher Nolan ha calculado cuánto dinero le costaría a una persona normal llevar una doble vida y transformarse en Batman cuando la situación lo requiriese para combatir al crimen. Tal cual.
Para realizar los cálculos ha tomado como base el argumento de Batman Begins y El Caballero Oscuro y ha ido sumando gastos, pasando por alto que muchos de los dispositivos que utiliza el hombre murciélago serían imposibles de conseguir en la realidad ya que todavía no poseemos la tecnología suficiente como para crearlos. Hecha esta pequeña aclaración, comencemos:
- Bruce Wayne decide al principio de Batman Begins que necesita conocerse mejor a sí mismo y se embarca en un viaje como polizón en un barco. Coste: 0$.
- Más tarde es reclutado por la Liga de las Sombras, donde recibe un entrenamiento intensivo. En la vida real, un instructor de artes marciales de élite costaría unos 60$ la hora. Asumiendo que se ejercita durante un año a una media de 4 horas diarias y 6 días a la semana, la factura ascendería a 74.880$.
- Una vez completado su entrenamiento, Bruce Wayne retorna a Gotham City en un jet privado: 20.150$.
- Vayamos ahora a los costes asociados al equipo que utiliza Batman: el arnés de kevlar vale 337,39$, el traje a prueba de balas 300.000$, la tela con memoria con la que está fabricada la capa 3.390$, el batmóvil no menos de 140.000$, los boomerangs 281,3$ por cada 10 unidades, las granadas unos 875$, 20 latas de spray 121,60$ y los 10.000 cascos de grafito que encarga para no llamar la atención sobre ese pedido en concreto 2.000.000$.
- No sería descabellado suponer que un mayordomo como Alfred que está pendiente las 24 horas de los requerimientos de Bruce Wayne, que cura sus heridas, prepara la comida cuando la situación lo requiere y le presta su ayuda para mantener en secreto su identidad oculta tendría un sueldo de unos 30$ la hora. O lo que es lo mismo, 262.800$ al año.
Haciendo sumas, vemos que la factura final asciende a 2,8 millones de dólares, que podrían quedarse en unos más asumibles 806.386 dólares si se encargara sólo un casco en lugar de los 10.000 de la película. Como se puede ver, convertirse en Batman sería realmente caro. ¿Pero y lo que fardaríamos?