El 2011 ha sido un año glorioso para Apple. Cualquier otro adjetivo se quedaría corto para definir un ejercicio en el que la compañía californiana ha vendido 93,1 millones de iPhones [1], 52,3 millones de iPads [2], 42 millones de iPods [3], 16,7 millones de Macs [4] y sus clientes han descargado miles de millones de aplicaciones de la App Store.
Las estratosféricas cifras de ventas, unidas a los generosos márgenes con que tradicionalmente comercializa sus productos, han conducido a Apple a obtener unos ingresos récord de 108.249 millones de dólares y, más importante aun si cabe, unos beneficios de 25.922 millones de dólares.
Tales números la sitúan como la 17ª compañía estadounidense con mayores ingresos, por detrás de petroleras como Exxon Mobil, Chevron y ConocoPhillips, grandes almacenes como Wal-Mart, automovilísticas como General Motors y Ford, hóldings de inversión como Berkshire Hathaway y tecnológicas como Hewlett-Packard, AT&T o Verizon.
Pero es en el apartado de los beneficios donde Apple sobresale. En este último año se ha situado como la 3ª empresa de EEUU en este campo, tan sólo superada por las 2 grandes petroleras, Exxon Mobil y Chevron, que en a lo largo del 2011 han obtenido unas ganancias de 41.060 y 26.895 millones de dólares respectivamente.
Para que nos hagamos una idea del crecimiento tan explosivo que ha experimentado Apple, baste con señalar que Microsoft, que durante 15 años ha sido con diferencia la firma ligada a las nuevas tecnologías más poderosa del mundo, se ha visto rebasada en este último ejercicio por la empresa de la manzana y ahora se encuentra situada en la 4ª plaza de la tabla, con unos beneficios por otra parte magníficos de 23.150 millones de dólares.
Las siguientes tecnológicas en ganancias son IBM con 15.855 millones de dólares, Intel con 12.942 millones de dólares, Google con 9.737 millones de dólares, Oracle con 8.547 millones de dólares, Hewlett-Packard con 7.074 millones de dólares y Cisco Systems con 6.490 millones de dólares.