Con el iPad 2 canibalizando las ventas no sólo de los netbooks, aquellos portátiles de reducido tamaño, prestaciones limitadas y un precio muy ajustado que se pusieron de moda hace 3 años, sino también las de los portátiles convencionales, los fabricantes de PC parecen haber hallado en unos nuevos equipos, los ultrabooks, un antídoto cuando menos parcial contra los tablets.
Intel, que ha establecido las especificaciones mínimas que todo aparato debe cumplir para entrar dentro de esta categoría y ha invertido 300 millones de dólares en la creación de los primeros dispositivos, es la principal responsable de su aparición, ante la evidencia palpable de que las los procesadores ARM presentes en la mayoría de tablets suponen una amenaza contra la indiscutida supremacía que ha ejercido durante 20 años en el sector de la informática.
Concebidos a imagen y semejanza del MacBook Air, con cuerpos ultrafinos, diseños muy llamativos, un peso contenido, sin lector óptico, apostando por los discos SSD en lugar de los HDD convencionales, con unas características técnicas que, sin llegar a la de los portátiles normales, son más que dignas, y una gama de precios que arranca normalmente por debajo de los 1.000 euros, los análisis de mercado que están comenzando a aparecer apuntan a que van a triunfar.
Hay quienes, como es el caso de IHS iSuppli, señalan que van a experimentar un crecimiento similar al que consiguieron los netbooks años atrás y a que en el 2015 el 43% de los portátiles vendidos serán ultrabooks. Un porcentaje realmente llamativo si tenemos en cuenta que durante el año que está a punto de acabar se estima que sólo se venderán 1 millón de unidades, lo que representa únicamente el 2% del mercado de los portátiles.
Ya en el 2012, con la aparición de decenas de modelos distintos, las ventas ascenderán hasta el 13% sobre el total, mientras que en el 2013 supondrán el 28% y en el 2014 el 38%. Más les vale tanto a Intel como a los fabricantes que las predicciones se cumplan a pies juntillas. Tanto los unos como los otros se juegan mucho en el envite.