Lanzado en 1985, Super Mario Bros es uno de esos videojuegos que ha envejecido muy bien y que, por más que pasa el tiempo, sigue conservando el mismo encanto que tenía hace más de un cuarto de siglo. Sus gráficos, aunque simples, son claros, diría incluso que resultones, y cumplen perfectamente su cometido.
Una opinión que, supongo, compartiréis quienes crecisteis en los ’80 y que, en cambio, no será mayoritaria entre buena parte de los chavales que han crecido acompañados de una PS2 o una Xbox en el salón de casa, que verán los gráficos como poco detallados, repetitivos y muy pixelados.
Eso sí, incluso los más jóvenes convendrán que el videojuego obra de Shigeru Miyamoto es una maravilla visual en comparación con Super Pixel Bros, una versión de las aventuras del fontanero italiano que ha creado un tipo llamado Brad Slattery y que transcurre en una pantalla de sólo 64 píxels.
Sí, habéis leído bien: únicamente 64 píxels. Debido a esta autoimpuesta restricción, los personajes están representados con un sólo píxel. Por lo demás, el funcionamiento es muy similar al del título original, debiendo llevar a Mario al final de cada uno de los 20 niveles en que está dividido el juego sorteando a los enemigos y los obstáculos que van surgiendo a nuestro paso.
Como una imagen vale más que 1.000 palabras, os dejo para acabar con este vídeo de Super Pixel Bros para que veais el aspecto que tiene y cómo funciona: