Diciembre de 1993. Un videojuego llamado a marcar una época acaba de ponerse a la venta. Tiene unos gráficos en 3D como nunca antes se habían visto, un ritmo frenético, una atmósfera que te atrapa y hay un montón de armas con las que acabar con la horda de enemigos que aparecen por doquier. Es, en definitiva, revolucionario. Es Doom.
Los días siguientes a su lanzamiento, los grupos de noticias y los foros de la época se llenan de mensajes centrados en este videojuego, en los que personas que ya lo han conseguido explican al resto cómo es y quienes aún no lo tienen en sus manos formulan preguntas de todo tipo acerca del mismo.
Este mensaje, por ejemplo, fue publicado el 22 de diciembre de 1993. Su autor explica que lo ha descargado hace unas horas, que es realmente bueno, que con un módem a 2.400 baudios se necesitan horas para bajarlo completo y que si te gustan los videojuegos tipo Wolfenstein te encantará:
Unos días más tarde, un usuario deja una respuesta en la que remarca, entre sorprendido e impresionado, que Doom pesa nada más y nada menos que 11 MB una vez lo descomprime. Si alguien hubiera podido viajar en el tiempo y decirle que hoy en día los videojuegos ocupan decenas de gigabytes lo mismo le hubiera dado un ataque al corazón
Tenéis más respuestas a ese mensaje en esta imagen, en ésta y en esta otra. Como podéis ver, eran otros tiempos. No sé si mejores o peores, pero sin lugar a dudas diferentes