Un globo aerostático no es precisamente uno de esos aparatos que pase desapercibido para un espectador común. Su gran tamaño, la espectacularidad de sus formas y, en buena medida, lo poco habitual que resulta su estampa hoy en día surcando nuestros cielos hace que cuando nos encontramos con alguno no podamos evitar dedicar cierta mirada mezcla de curiosidad y admiración hacia su oronda y enorme figura.
Pero si eso ya pasa con un globo aerostático normal, imaginad la cara de estupefacción que deben haber puesto quienes se han topado con esta gigantesca réplica de 26 metros de altura de la cara de Darth Vader que ha encargado la compañía Cameron Balloons a los hermanos belgas Benoit y Michel Lambert.
El globo ya es por sí mismo impactante, pero si además la organización del evento pone de fondo y a todo volumen la música de Star Wars y a la barquilla se suben unos tipos disfrazados de soldados imperiales pues… mirad, mirad