La melodía es horrorosa, la letra parece haber sido escrita por alumnos de preescolar, la voz de la chica no hay por donde cogerla y el videoclip es lamentable. Friday, la canción que ha lanzado a la fama a Rebecca Black, una adolescente de 13 años de un barrio pudiente de Anaheim (California), es una mediocridad absoluta de principio a fin, pero precisamente por ello se ha convertido en uno de los vídeos más vistos de YouTube en el último mes, sino en el que más.
Calificada por muchos como la peor canción de la historia, ha convertido a esta «cantante» en el hazmerreír de medio Internet… y la va a cubrir de oro tanto a ella como sobre todo a Clarence Jey y Patrice Wilson, los propietarios de Ark Music Factory, el sello discográfico responsable de este invento musical. Ande yo caliente y ríase la gente, deben pensar los susodichos 🙂
Tras haber sido visionado más de 100 millones de veces en 30 días, en YouTube han aparecido decenas de parodias en las que se ridiculiza la ínfima calidad de Friday. La última que he visto, y la que más me ha llamado la atención por su originalidad, es esta versión en forma de videojuego para Game Boy Color que os traigo hoy a Abadía. A ver qué os parece: