Después de que Avatar sorprendiera a propios y extraños con su espectacular mundo en 3D, tanto las grandes productoras de cine como los estudios más modestos se han ido apuntando a la moda creada por James Cameron y han llevado a la gran pantalla películas que, aunque mayoritariamente han sido rodadas en 2D, incluyen efectos tridimensionales.
No han sido los únicos en apostar por el 3D. Los grandes fabricantes de televisores han visto en esta tecnología un nuevo reclamo con el que atraer a millones de consumidores de igual o parecida manera a como lo hicieron con la Alta Definición, y paulatinamente han comenzado a incorporar modelos capaces de reproducir contenidos en 3 dimensiones a su línea de aparatos.
Para su desgracia, la obligatoriedad de utilizar gafas especiales para discernir el efecto tridimensional, su incomodidad, la escasa oferta de contenidos adaptados y la crisis económica han retraído a muchas personas de dar el paso y comprarse uno de estos TV.
Hay mucha gente que ha decidido esperar un tiempecito a que la tecnología madure y aparezcan los primeros modelos libres de gafas. La pregunta es: ¿cuándo se pondrán a la venta? ¿Será en unos meses? ¿Quizá en un año? ¿O puede que en 2 ó 3?
Hace tiempo que algunos fabricantes vienen mostrando imágenes de prototipos que, según nos cuentan, permiten visualizar contenidos tridimensionales directamente. ¿Están, pues, muy cerca de sacar los primeros modelos comerciales aunque sea a precios prohibitivos?
Lo cierto es que Toshiba ya comercializa una primera generación de aparatos, pero tienen unas pantallas de un tamaño bastante reducido y la calidad de imagen es muy justita. Aún no existen TV 3D de calidad y, según ha explicado hoy mismo Samsung, falta mucho para que aparezcan.
Y es que de acuerdo a un comunicado que ha emitido hace unas horas el gigante surcoreano, en sus laboratorios disponen ya de aparatos que no precisan de gafas, pero son todavía experimentales y el efecto tridimensional que ofrecen sólo es perceptible si el espectador está situado frente a la pantalla. Si en cambio se encuentra en un costado, no percibe la sensación de profundidad.
Samsung cree que para tener los primeros prototipos con unas cotas de calidad apropiadas deberán pasar unos 5 años y para empezar a comercializarlos a precios relativamente competitivos, al menos una década. A tenor de estas contundentes afirmaciones, quienes pensaran que en breve iban a poder disfrutar de la tecnología tridimensional sin gafas en TV con pantallas de muchas pulgadas, más vale que se vayan olvidando