La capacidad de procesamiento de los móviles y tablets actuales ha llegado a tal punto que pueden ejecutar videojuegos con unos gráficos que hace unos años sólo hubieran podido mover ordenadores muy avanzados, pero presentan el inconveniente obvio de que una pantalla táctil no permite manejar a los personajes con el mismo grado de precisión que un controlador tradicional.
Eso y unas altas dosis de frikismo han llevado a un tipo a conectar un mando de la NES a una placa arduino equipada con unos servos que transmiten las pulsaciones que realiza sobre el controlador de la vieja consola a la pantalla de un iPad y le permiten jugar al Reckless Racing de una manera, digámoslo así, más tradicional.
El resultado es verdaderamente curioso 🙂