No tener en el salón de casa un televisor con tecnología 3D ni haber podido probar una Nintendo 3DS no implica que no podamos ver imágenes en 3 dimensiones continuamente. Internet está plagado de ellas, y lo mejor es que podemos verlas con cualquier monitor, incluso con aquellos que tienen más años que Matusalén.
Ello es posible gracias a un conjunto de técnicas que permiten crear la ilusión de profundidad en una imagen y que son conocidas comúnmente con el nombre de estereoscopía. Las más simples, y al mismo tiempo las más abundantes en la Red, consisten en tomar varias fotografías de un objeto, paisaje o recinto desde posiciones ligeramente diferentes para, a continuación, crear un gif animado en el que ambas instantáneas se van superponiendo la una a la otra continuamente.
El efecto que se obtiene, sin ser obviamente perfecto, está muy conseguido.