Un internauta chino de unos 30 años de edad se desplomó ayer en un cibercafé situado a las afueras de Pekín después de pasarse 3 días seguidos jugando a un videojuego online. Aunque fue trasladado rápidamente a un centro hospitalario, entró en coma y murió poco después.
De acuerdo a los testimonios que han aportado las personas que coincidieron con él en ese local, no durmió ni un minuto y apenas si ingirió alimentos o bebidas en todo ese tiempo. No era la primera vez que se pasaba horas y horas ante el ordenador. De hecho, la investigación policial ha determinado que en el último mes había gastado más de 10.000 Yuanes, que al cambio vienen a ser unos 1.100 euros, en el cibercafé jugando a través de Internet.
La policía confiscó diversos equipos informáticos ante la sospecha de que pudiera tratarse de un homicidio, pero tras inspeccionarlos se ha descartado dicha hipótesis. Desgraciadamente, casos similares a éste se repiten con demasiada frecuencia en Corea del Sur y China. Sin ir más lejos, hace un mes y medio un chaval de 19 años murió en un cibercafé coreano tras pasarse 12 horas seguidas frente a la pantalla del ordenador jugando a un shooter.