Google se estrella con la Chrome Web Store

El lanzamiento pasó prácticamente desapercibido, pero el pasado 16 de diciembre Google estrenó un portal destinado a los usuarios de su navegador desde el que se pueden descargar e instalar aplicaciones web, ya sean de pago o gratuitas, con sólo un par de clics: me estoy refiriendo a la Chrome Web Store.

La idea, a priori, parece muy interesante, y no sólo para los usuarios de Chrome, sino también para los desarrolladores, que tienen un sitio desde el que pueden llegar a una gran masa de internautas y ganar dinero con las extensiones que implementan, si es que no las ofrecen gratuitamente, claro está. Además, la página ofrece un sistema unificado de pago, Google Checkout, la alternativa que el buscador creó a mediados del 2006 para competir con PayPal.

Los resultados, en cambio, no están siendo los esperados. Si alguien pensaba ganarse la vida creando extensiones de pago y vendiéndolas en la Chrome Web Store, difícil lo tiene. Al menos de momento. De todas las aplicaciones puramente de pago que he estado revisando, la que he visto que contabiliza más descargas es Real Solitaire, con sólo 45 a la semana.

Teniendo en cuenta que cuesta 1,99 dólares, quiere decir que sus desarrolladores se llevan unos 360 dólares al mes, a lo que hay que descontar el pellizquito que se queda Google. Y estos son los que a priori ganan más (repito, de los que he encontrado). Otras extensiones como Dreams 2 o Toddler Jukebox suman, respectivamente, 9 y 8 descargas a la semana. No da como para retirarse.

Apple ha demostrado con la AppStore que se puede ganar mucho dinero poniendo en marcha una tienda en la que tus usuarios puedan encontrar fácilmente una gran variedad de programas a precios razonables. Falta por saber si este modelo es exportable más allá de las plataformas móviles e incluso, diría más, fuera del entorno de la manzana.

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