Las excelentes sensaciones que han dejado las sucesivas versiones de prueba de Windows 7 entre los usuarios que las han probado y las críticas tan positivas que ha recibido el sistema operativo en medios especializados hacían presagiar que una vez fuera lanzado oficialmente las ventas serían muy buenas. Y así ha sido.
De acuerdo a los datos que ha recopilado NPD, en los pocos días que lleva en el mercado estadounidense, los DVDs de Windows 7 se están vendiendo un 234% más que los de Windows Vista 3 años atrás. Aún así, los ingresos no han crecido en la misma proporción para Microsoft, debido a los descuentos que ha aplicado a las personas que hicieron una reserva y a que no ha promocionado excesivamente la edición Ultimate, la más cara y la que más beneficios les reporta.
El precio medio de venta de la actualización a Windows 7 Home Premium ha sido de 76 dólares, mientras que el de la actualización a Windows 7 Professional ha ascendido a 147 dólares y el Windows 7 Home Premium Family Pack (3 licencias de actualización) se ha quedado en 149 dólares. En conjunto, la empresa de Redmond ha ganado un 82% más que lo conseguido con Vista.
En cambio, las cosas no les están yendo tan bien a los fabricantes de ordenadores, que no han incrementado sus ventas en la proporción que esperaban y que, sin ir más lejos, consiguieron con el anterior sistema operativo de Microsoft. Ya sea por la crisis económica o, sencillamente, porque Windows 7 funciona más que sobradamente en PCs con varios años a sus espaldas, lo cierto es que no se ha producido el boom que preveían.
Cuando Vista salió al mercado, las ventas de nuevos equipos crecieron un 68% respecto a las logradas un año atrás durante ese mismo periodo y un 170% en relación a la semana anterior al lanzamiento. En cambio, con su sucesor el aumento ha sido más cotenido y se ha quedado en un 49% y un 95% respectivamente.