La HuroCup es una competición que organiza todos los años, desde hace 8, la Federación Internacional de Robofútbol Asociación (FIRA), que viene a ser la versión robótica y, espero que menos corrupta, de la FIFA. El objetivo del evento y de los congresos que se organizan a su alrededor es explorar los desarrollos técnicos y los logros que se van consiguiendo en este campo y promover la participación en competiciones y exhibiciones realmente peculiares.
Una de las pruebas estrella es la RoboMarathon, una carrera similar a su homónima para humanos que sirve para medir el grado de robustez y fiabilidad de los androides que se presentan a concurso. Los participantes deben desplazarse a la máxima velocidad posible durante 42,195 metros (1.000 veces menos que la distancia que recorren los atletas) siguiendo una línea que les indica la dirección por la que deben ir.
En la edición que se celebró en el año 2006, un robot destacó por encima de los demás en esta carrera: HanSaRam VII. Con sus 53 cm de altura y 4,5 Kg de peso, consiguió superar a los otros 17 participantes y llegar a la meta con una marca de 33 minutos y 22 segundos. No es Usaín Bolt ni Tyson Gay, de eso no cabe ninguna duda, pero está en camino