Alexa Longueira, una adolescente de Staten Island (Nueva York) se ha caído por la boca de una alcantarilla que no estaba tapada mientras, absorta, escribía un mensaje de texto a una amiga. La chica ha sido trasladada rápidamente al hospital más cercano, del que ha sido dada de alta horas después tras comprobarse que, más allá del susto inicial, tan solo tenía algunos rasguños sin importancia.
Una portavoz del Departamento de Protección Medioambiental de la ciudad ha indicado que la tapa había sido retirada de manera temporal para llevar a cabo una serie de obras y se ha excusado porque no se hubiera cortado convenientemente ese tramo con el objeto de evitar un caso como el que ha acontecido.
Las explicaciones parece que no han convencido a la familia de la niña, que ha anunciado que interpondrán una demanda para, dicen, esclarecer lo sucedido. En todo caso, es de esperar que después de haberse precipitado por un agujero de aproximadamente 1,5 metros de profundidad, haber perdido las zapatillas y, supongo, haberse convertido en el hazmerreír de sus compañeros de clase, Alexa Longueira haya aprendido que cuando se anda por la calle hay que estar por lo que hay que estar