A 4.700 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Cygnus, está situada NGC 6888. Conocida popularmente como la nebulosa Medialuna, fue descubierta en 1792 por el astrónomo germano-británico William Herschel.
Esta nebulosa de emisión se ha formado por la interacción entre el fuerte viento estelar procedente de la estrella de Wolf-Rayet WR 136 y el viento más lento que ha generado ese mismo astro desde que se convirtió en una gigante roja hace unos 400.000 años.
Dicha colisión ha dado lugar a la forma característica de la nebulosa Medialuna, que consta de una envoltura y dos ondas de choque, una que se desplaza hacia fuera y la otra hacia dentro. Esta última calienta el viento estelar hasta temperaturas en las que se emiten rayos X.
Antes de acabar, me gustaría mencionar que la imagen que encabeza este artículo ha sido tomada por el astrónomo quebequés David Rousseau y está disponible bajo la licencia Creative Commons 4.0.