En la constelación de Pegaso, a unos 40 millones de años luz de la Tierra, se encuentra la galaxia espiral NGC 7331. También conocida como Caldwell 30, tiene un diámetro de 120.000 años luz y fue descubierta por el prolífico astrónomo William Herschel en 1784.
Con una magnitud aparente 10,4, puede ser observada en el cielo nocturno con la ayuda de un pequeño telescopio. Forma parte de una agrupación visual de galaxias conocida con el nombre del Grupo NGC 7331, que cuenta entre sus integrantes con NGC 7335, 7336, 7337 y 7340, que se sitúan a entre 294 y 365 millones de años luz.
En el transcurso del último siglo se han detectado varias supernovas en NGC 7331, siendo las más recientes SN 2013bu y SN 2014C. La segunda siguió un proceso poco habitual y pasó en un año de ser una supernova de tipo Ib pobre en hidrógeno a una de tipo IIn rica en ese mismo elemento químico.
La imagen que encabeza este artículo fue tomada en 2014 con la Cámara de Gran Angular 3 que equipa el telescopio espacial Hubble precisamente para estudiar esta última explosión cataclísmica. El objetivo fue recoger nuevos datos que ayudasen a entender mejor los procesos que se suceden en las fases finales de la evolución de las estrellas masivas que acaban sus días en forma de supernova.