Los creadores de Yuzu y Citra, los emuladores más populares para la Nintendo Switch y la Nintendo 3DS respectivamente, cancelaron la semana pasada ambos proyectos, cerraron sus webs y clausuraron sus repositorios en GitHub.
Una decisión que tomaron sólo unos días después de que Nintendo presentara una demanda contra ellos en la que argumentaba que fomentaban la piratería y utilizaban sistemas que eludían ilegalmente el cifrado de sus consolas.
Fruto del acuerdo al que llegaron las dos partes, los desarrolladores de dichos emuladores se comprometieron además a indemnizar a Nintendo con 2,4 millones de dólares. Fue, qué duda cabe, una victoria sin paliativos de la compañía japonesa cuyas consecuencias se están haciendo notar más allá de este caso en concreto.
Sin ir más lejos, el creador de Pizza Emulators, que permite jugar a los videojuegos de la Game Boy y Game Boy Color en Android, lo ha retirado este fin de semana de la Google Play Store. Davide Berra, que es como se llama este programador, ha publicado un mensaje en su canal de Discord en el que ha explicado que, tras siete años de trabajo constante en este proyecto, ha optado por priorizar su familia por encima de esta app.
Aunque no lo ha mencionado de manera explícita, es evidente que detrás de este repentino adiós se esconde el temor a que pudiera ser el próximo en acabar en el punto de mira de los abogados de Nintendo.
Habrá que ver si éste será el último cierre o si se producirán más en las próximas semanas pero, por primera vez en muchos años, nos encontramos en un momento en el que no es descartable que otros proyectos similares acaben plegando velas para evitar verse envueltos en una batalla judicial contra un gigante como Nintendo.