Pues, evidentemente, que se quema. Y eso, precisamente eso, es lo que ha decidido hacer un descerebrado, por no llamarlo de otra manera, con una reluciente PS3 a cambio de conseguir su minuto de gloria. Muchas luces no tiene el amigo:
Claro que pensándolo bien… para hacer el experimento quizás no haya cogido su consola sino la de una tercera persona, en cuyo caso no sería tonto sino un **********