Últimamente en Twitter no ganan para sustos. Para empezar, este fin de semana tuvo lugar una campaña de phishing en la que se enviaron miles y miles de mensajes a usuarios de este servicio para que entraran a una página con un diseño idéntico al del sitio de microblogging en la que se solicitaba a los visitantes que introdujeran sus respectivos nombres de usuario y contraseñas para iniciar sesión.
La intención de los atacantes era hacerse con sus datos personales, apropiarse de sus cuentas de Twitter y, a continuación, enviar más mensajes a los seguidores de estas víctimas para que la bola de nieve continuara creciendo. El objetivo último pasaba por conseguir que tanta gente como fuera posible visitara webs maliciosas concebidas para instalar malware en los ordenadores de los visitantes y/o hacer que estas máquinas pasaran a formar parte de redes de bots desde las que se envían mensajes de spam.
Pero aquí no han acabado los problemas a los que ha debido hacer frente Twitter en lo que llevamos de 2009. Y es que el lunes Biz Stone, co-fundador del servicio, dio a conocer que las cuentas de, entre otros, Barack Obama, Britney Spears y el presentador de la CNN Rick Sánchez, habían sido hackeadas.
Al parecer, el ataque fue realizado por un usuario particular que consiguió acceder a las herramientas que el equipo técnico del sitio de microblogging utiliza para, por ejemplo, ayudar a la gente a editar sus cuentas de correo electrónico. Por el momento, y hasta que se solucionen los problemas de seguridad que han dado lugar a los ataques recién referidos, todas estas herramientas han sido desactivadas.