En el transcurso de los dos últimos años, Square Enix ha lanzado casi una treintena de videojuegos. La mayoría no han sido de gran presupuesto, sino de los denominados AA, que tienen costes y tiempos de desarrollo medios.
A esa última categoría pertenecen los RPG Triangle Strategy, Live A Live, Harvestella, Octopath Traveler II, o los recientes Star Ocean: The Second Story R y Dragon Quest Monsters: El Príncipe Oscuro. Ninguno ha sido un gran éxito, pero es muy probable que la mayoría haya generado beneficios, si bien modestos.
Videojuegos de gran presupuesto sólo ha habido dos: Forspoken y Final Fantasy XVI. El primero ha sido un fracaso de crítica y comercial, mientras que en el caso del segundo, Square Enix ha reconocido que no ha cumplido con las expectativas que se habían marcado a pesar de vender tres millones de copias durante su primera semana en el mercado.
Unos resultados desiguales que han llevado a la compañía japonesa a cambiar de estrategia para los próximos años. Su presidente, Takashi Kiryu, ha manifestado que en el futuro tienen pensado lanzar menos videojuegos, pero de más calidad. En este sentido, ha explicado que el gran número de títulos que han desarrollado últimamente les ha llevado a tener dificultades para dotar de suficiente personal a cada uno de sus proyectos.
También ha señalado que la tendencia en el sector va cada vez más en la dirección de producir juegos de gran presupuesto o bien indies. Ellos, mientras tanto, han estado haciendo lo contrario, y eso es algo que, en su opinión, van a tener que replantearse.