En la constelación de Perseo, a unos 1.000 años luz de distancia, se halla una región conocida con el nombre de objeto Herbig-Haro 211. En el centro de la misma hay una estrella en formación que emite chorros de plasma que viajan a velocidades de entre 80 y 100 km/s y que, al colisionar con el polvo interestelar y el gas circundante, los ioniza y crea patrones de emisión brillantes.
Las moléculas excitadas por las turbulencias, entre las que se encuentran partículas de hidrógeno, monóxido de carbono y monóxido de silicio, emiten luz infrarroja que muestra la estructura de estos flujos de energía.
Esta protoestrella de clase 0 se formó hace sólo unas decenas de miles de años y posee el 8% de la masa actual del Sol. A medida que avance en su proceso evolutivo, irá creciendo hasta adquirir unas proporciones similares a las de éste.
La espectacular imagen superior ha sido captada por la cámara de infrarrojo cercano NIRCam que equipa el telescopio espacial James Webb. En la misma se han aplicado filtros en tonos púrpura, azul, cian, verde, naranja y rojo para identificar longitudes de onda específicas.