A nadie escapa que existen amplias regiones del planeta en las que la libertad de expresión está cercenada, en las que la transmisión de opiniones libres e independientes se encuentra bajo el estricto control de los regímenes dictatoriales de turno.
Ni que decir tiene que en todos esos países las nuevas formas de comunicación que han crecido al abrigo de Internet, con los blogs a la cabeza, están en el punto de mira de un grupo de sátrapas que no muestran reparo alguno en prohibir y reprimir cualquier acto que consideren pudiera poner en peligro su ilimitado poder.
Pero, ¿hasta qué punto los bloggers están sufriendo las consecuencias de ejercer su derecho a expresarse en libertad en determinadas zonas del mundo? ¿Es un fenómeno que va a menos o por contra está creciendo? Pues según un informe presentado por la Universidad de Washington, en el 2007 el número de editores de bitácoras arrestados se ha multiplicado por 3 respecto a los datos del 2006.
Más de la mitad de las encarcelaciones se han producido en Egipto, Irán, China, Siria, Arabia Saudí, Singapur y Malasia, países en los que criticar la vida política tiene en no pocas ocasiones consecuencias funestas para quienes lo hacen.
Dado que el acceso libre a Internet en dichos países está muy controlado y además los conocimientos informáticos necesarios para saltarse los cortafuegos gubernamentales se encuentran al alcance de muy pocas personas, el número de arrestos es relativamente bajo.
De hecho, el año pasado se detuvieron a 36 bloggers, una cifra que a simple vista puede que no llame demasiado la atención pero que, indudablemente, crecerá de manera exponencial en los próximos años conforme más y más gente vaya conectándose a la Red.