Los directivos de las discográficas estadounidenses están desesperados por conseguir nuevas fuentes de recursos que les permitan seguir manteniendo su ritmo de vida. Y para ello están dispuestos a llegar a donde sea. Sin ir más lejos, la última ocurrencia que se le ha ocurrido a la Warner Music ha sido crear un grupo de presión para promover entre los políticos la necesidad de imponer una tasa de 5 dólares extra mensuales sobre las conexiones a Internet.
La idea puede parecer una locura, pero oye, tiene un trasfondo muy claro. Dinero, dinero, dinero, dinero. Y es que en caso de que este impuesto se aplicara, la industria discográfica obtendría unos ingresos por este concepto de 20.000 millones de dólares anuales. Calderilla vamos.
Pero lo más gracioso del asunto es que, atención, pretenden que los internautas paguen esta tasa voluntariamente. No, no estáis teniendo visiones. Habéis leído bien. Quieren que los ciudadanos les den 5 dólares de su presupuesto mensual porque sí, porque se lo merecen, porque son los mejores, porque sin ellos nuestra vida estaría condenada al fracaso, porque son la caña, porque nos hacen reír, llorar, emocionarnos, cantar, bailar, saltar, brincar, porque, en definitiva, son los putos amos.
A cambio de esos míseros 5 dólares extras al mes, la industria permitiría que los afanosos piratas internautas que pasaran por caja pudieran descargarse música (no han dicho cuánta) sin correr el riesgo de acabar en los tribunales enfrentándose a la horda de abogados que trabajan al servicio de la industria. Ese es el trato que ofrecen: tú me pagas, yo no te demando.
Lo que no han dicho, ni falta que hace, es que les da igual que haya internautas que no se bajen música de programas P2P. Lo que quieren es ganar pasta. Pasta, pasta, pasta y más pasta. De ahí que estén negociando con los proveedores de acceso a Internet para llegar a acuerdos (voluntarios, faltaría más) que, una vez cerrados, obligarían a los ISP en cuestión a cobrar 5 dólares extra a todos sus clientes o bien a obligarles a navegar con publicidad, quieran estos o no.
Claro que sí. Para que no se diga que son unos insensibles, ofrecen una opción más: si no quieres pagar, no pasa nada, navegarás el resto de tu vida con unos bonitos anuncios publicitarios que nos reportarán unos milloncejos extra. Y no te quejes porque te plantamos una denuncia que no te menees.
Estoy convencido que las telecos mandarán a tomar viento fresco a las discográficas, pero el proyecto en el que están trabajando nuestros queridos sellos musicales es éste. Una muestra más de que para ellos lo primero, lo único, lo más importante es el jodido dinero bienestar de los consumidores.