Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, ha concedido una entrevista a la prestigiosa publicación japonesa Famitsu en al que ha repasado la actualidad de la industria de los videojuegos y ha ofrecido su visión acerca de la situación que vive la marca Xbox.
Cuestionado acerca de los futuros lanzamientos que preparan sus estudios internos, Spencer ha indicado que, durante los dos o tres próximos años, planean estrenar un juego de gran presupuesto cada tres meses.
Un objetivo que, de materializarse, significaría un antes y un después respecto a la realidad que han vivido durante mucho tiempo los usuarios de consolas Xbox, que en ocasiones se han pasado años sin recibir un solo videojuego exclusivo que mereciera la pena.
Pero tras la adquisición de Activision Blizzard, Spencer confía que esa situación no volverá a repetirse nunca más. Motivos para el optimismo no le faltan. Microsoft es propietaria de un catálogo de videojuegos excepcional que va mucho más allá de Call of Duty.
Minecraft, The Elder Scrolls, Halo, World of Warcraft, Diablo, Fallout, Crash Bandicoot, Forza, StarCraft, Age of Empires, Starfield, Guitar Hero, Doom, Spyro, Overwatch, Candy Crush Saga, Gears of War, Psychonauts, Quake, Fable, The Outer Worlds, Dishonored o Wolfenstein son sólo algunas de las franquicias más destacadas que posee Microsoft.
Con ellas, el tiempo para las excusas ha acabado. Xbox tiene todos los mimbres para competir de tú a tú con Nintendo y Sony. Cualquier otra cosa debería ser considerado como un fracaso sin paliativos que, en caso de producirse, debería costar los cargos de los máximos dirigentes de la división de videojuegos de Microsoft.